Mediante una endoscopia el especialista médico accede al esófago a través de la boca para realizar una incisión (miotomía) en la capa muscular de la pared esofágica. Esta sección favorece que el esófago vuelva a relajarse para solucionar los síntomas referidos por el paciente. Este procedimiento mínimamente invasivo, que ofrece unos resultados similares a la cirugía convencional, posibilita que los pacientes puedan alimentarse con normalidad eliminando también el dolor torácico y la regurgitación alimentaria, consiguiendo una mejora en la calidad de vida de los pacientes.
Brindamos una atención responsable, comprometidos con obtener el mejor resultado posible para nuestros pacientes. Agradecemos su confianza, conoce sus opiniones.